Mis Letras, es un espacio personal, donde eventualmente publicaré a manera de una antología los productos de mi creación, ya sea rescatados de alguna manera, pues la mayoría se han perdido, o bien, los de nueva creación si se da el caso. El trabajo lo realizaré poco a poco, cuando el tiempo lo permita. Tal vez no tengan gran calidad literaria, sin embargo son imágenes de lo que en un momento dado he sido o he pensado aun cuando al paso del tiempo haya cambiado. La iniciativa de hacer este trabajo público se debe a Rox, mi hija, quién es sinónimo de Amor y encuentra belleza en todo lo que su padre hace. Sus ojos son de amor como su corazón.. Disfrútalo!!!

martes, 18 de diciembre de 2012

Paseo interior

Hoy tuve un poco de tiempo.

Di un paseo por mis recuerdos.

¡Cuantas cosas empolvadas!

Infancia y juventud desperdiciadas.

Mujeres y amigos sin raíces.
Con menos solidez que el viento mismo.
Carentes de rostro casi todos.

Sus nombres…No lo se…
Eran extraños.

Solo fantasmas transparentes
ocupando los espacios solitarios
de la mente.

Una mujer
con nombre bautismal
de Paraíso,
fue la Gloria
en mis días intermedios.

Pero no estaba ahí.
No es un recuerdo.

Su omnipresencia sigue,
es permanente.

Fui de todo,
menos bombero y astronauta.

Dediqué a las letras varios años.

Niño monaguillo.
Joven ateo y comunista.

Alguna vez actor.
Otras poeta, escultor y deportista.

Como estudiante,
padre y trabajador, …perfeccionista.

Como crítico..mordaz.

Irreverente y rebelde
frente a la verdad consensuada.

Loco de atar en muchos casos.

Etiqueta social ganada a pulso,
por no coincidir con sus reclamos.

Entre tanta vana sombra,
encontré un amigo verdadero.

Fuerte, ágil y sincero.

Impetuoso casi siempre.

De sonrisa franca
y brillante pelo negro.

¡Mi Pastor Alemán!

Lindo recuerdo!!!

Más que a muchos parientes,
que antes y después,
también se fueron.

Lo digo con tristeza y humildad …

Aún lo quiero.

Sin palabras dije a Káiser
que lo extraño,
aún cuando el tiempo
a transcurrido tanto.

El lo comprendió...
Y lamió mi mano.

Adiviné una lágrima
en sus ojos de cristal,
mientras permaneció junto a mis pies,
sentado.

Y por este gran recuerdo...

Sin dudarlo…

Sí que valió la pena mi paseo.
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